Después de casi cinco meses de trabajo, más de 150 voluntarios, 60.000 cafés, 40.000 unidades de material, más de 800 peregrinos alojados en la casa e inumerables conversaciones y experiencias, La Fuente del Peregrino cierra sus puertas en este maravilloso año Xacobeo 2010.
Marian, Mar, Samuel, Natán y Fructu (en la foto), estuvieron durante la semana del 26 al 30 de septiembre recogiendo y dejando todo listo para el próximo año.
Ha sido un verano lleno de buenas experiencias y magnificas oportunidades de facilitar que Jesús se cruzara en el camino de muchas personas. También ha sido un verano duro en cuanto a retos y dificultades, pues no es nada fácil coordinar la casa "a distancia" y a tantos equipos distintos cada semana. Cómo dice Fructu:
"La Fuente simpre está llena de gente, en movimiento, revosante de vida... y cuando toca recoger y cerrar, para mi es realmente triste verla vacia, en completo silencio."
Pero La Fuente del Peregrino no muere al final del verano, solo se queda dormida... invernando. Esperando que llegue la próxima estación para revivir con el tempranero olor a café, el trajín de los cacharros en la cocina, las conversaciones..., rebosando cada día con la presencia de alguién que da auntentico sentido a lo que allí se hace, no es un servicial hospitalero, tampoco es un cansado peregrino, es el Anfitrión. Jesús es el que cada noche invita a la cena, no solo en La Fuente, sino todos los días de nuestra vida.
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