Nacho y María, junto a su equipo de Valencia, han sido los encargados de cumplir el objetivo de mantener La Fuente como un oasis en el camino, un lugar de descanso físico y de reflexión personal.
Para todos ellos era su primera vez en la casa, pero enseguida entendieron que lo primordial era convertir este refugio en la casa de los peregrinos, un sitio distinto en el camino en el que poder encontrarse con Jesús. A pesar de que algunos del equipo han estado enfermos debido al cambio de temperatura, han echo un trabajo excelente.
Uno de los miembros del equipo nos comentaba esta anecdota, de las muchas que han vivido estos días:
"Un ciclista español nos dijo que ya había estado alojado aquí hace 6 años y que uno de los motivos de volver a hacer el camino era poder quedarse aquí otra vez"
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